El humo de los incendios forestales crea partículas finas que pueden permanecer en la atmósfera y propagarse de costa a costa. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), en grandes cantidades, este polvo microscópico está relacionado con enfermedades cardiovasculares también asociadas con el tabaquismo. La EPA mide el índice regional de calidad del aire (AQI) según lo peligroso que sea para la población general. Mira el AQI en tu ciudad buscando aquí.